Se espera que Robert Preston Morris, de 63 años, antiguo pastor de la iglesia Gateway de Southlake (Texas), se entregue el lunes a las autoridades del condado de Osage acusado de abusos sexuales a menores. Morris se enfrenta a cinco cargos de actos lascivos o indecentes con un niño, a raíz de los presuntos abusos en la década de 1980. Su abogado, Mack Martin, dijo que Morris se declarará inocente.

Los registros judiciales muestran que la fianza de Morris es de 50.000 dólares y que debe entregar su pasaporte. Las acusaciones se remontan a 1982, cuando la víctima, Cindy Clemishire, tenía 12 años y Morris era un evangelista viajante que se quedaba con su familia en Hominy, Oklahoma. Según ella, los abusos duraron cuatro años.

Clemishire, que ahora tiene 55 años, expresó su gratitud por la acusación, declarando: «Después de casi 43 años, la ley por fin ha alcanzado a Robert Morris... Ahora es el momento de que el sistema legal le exija responsabilidades».

Morris, que dejó la iglesia Gateway el año pasado, era conocido por su implicación política, que incluyó ser anfitrión del presidente Donald Trump en 2020. Si es declarado culpable, se enfrenta a hasta 20 años de prisión por cargos.